Artículo tomado de las páginas editoriales de El Diario de Hoy:
Jueves, 13 de Diciembre de 2007
Alrededor del movimiento o partido no hay personas capaces, productores, grandes académicos ni eficientes administradores
Reuniones con "sectores empresariales" han tenido los candidatos comunistas, lo que se presenta como una señal del interés que grupos de productores y hombres de negocios tienen en conocer las propuestas rojas. Pero las fotos no mienten: las reuniones son con sujetos que desde siempre se vincularon al partido, desde buseros hasta los que andan a la búsqueda de hueso y mordida.
En lo político, lo ideológico y lo práctico, pocos antagonismos hay tan marcados como el de productores y hombres de empresa con comunistas. Los primeros saben que de llegar los rojos al poder, de inmediato estos van a saquearlos, multarlos, perseguirlos y confiscarlos. Así ocurrió con la banda de ladrones que en 1979 tomaron el poder y a lo largo de la presidencia de Duarte; es eso además lo que pasa actualmente en Venezuela, amenaza al Ecuador, fue el origen del desastre nicaragüense, sucedió en Chile bajo Allende y es la causa principal del horror cubano.
Hay una razón tras esto: los comunistas parten de Marx, quien sostuvo que la propiedad es un robo y que la meta del "socialismo" es abolirla. Por más aderezos y música que adornen a una banda de rojos, lo esencial queda: creen que el que tiene bienes más allá de los de su uso personal, los ha robado. Y si los ha robado, lo justo es despojarlo de esos bienes para repartirlos a los pobres, aunque "quien parte y reparte, se queda con la mejor parte". Los cabecillas se quedan con el dinero de los rescates como los sandinistas se recetaron lo confiscado a los ricos nicaragüenses, confiscaciones que colapsaron la economía del país, convirtiéndolo en el más pobre de la región.
¿Plan de gobierno? Lo definirá Chávez
La foto de los "empresarios" revela, además, algo muy grave: que alrededor del movimiento o partido no hay personas capaces, productores, grandes académicos ni eficientes administradores. Gente como la que rodeó a Duarte aunque en ese caso hubo excepciones que por excelentes confirman la regla. El partido no sólo carece de personas con las cuales llenar un ministerio, sino inclusive de quienes tengan el aspecto requerido, que aparenten respetabilidad y sensatez, que no se les vean los años que pasaron enmontados y emporcando paredes. Con diputados que ni siquiera cursaron el cuarto grado de primaria, es imposible que formen gabinete sin provocar de inmediato un masivo éxodo de capitales y de conocimiento.
El atolondramiento y la amoralidad es tan grave, que nunca precisan en qué consistiría su plan de gobierno (aunque no lo cumplan), fuera de la "apertura a todas las naciones del mundo" para establecer relaciones con Cuba y traer indoctrinadores y comandos urbanos por decenas de miles como ha hecho Chávez en Venezuela. Llega a tal extremo su descaro que uno de sus miembros, que no es ni académico ni profesional en nada ni jurista ni científico ni productor ni persona culta ni nada, se ha puesto a inventar nuevas justicias y montar una novel estructura estatal, un sistema de vida para los salvadoreños que se impondría a sangre y fuego. No hay plan porque lo que deben hacer estaría a cargo de Fidel y de Chávez, que desde hace años definen y autorizan todos los nombramientos.
